Continuamos con la serie de la T1. Estaba pendiente de una foto que ya tengo, así que vamos a explicar una de las maravillosas ideas de esta terminal: Los fingers a tres niveles.
Si os acordáis, en la vista general a la Terminal, hablamos de unos fingers triples para efectuar los embarcos y desembarcos en diferentes plantas. Recordemos rápidamente como funcionaba el sistema que tienen en la T1.
Disponemos de 3 plantas diferentes dónde el pasajero puede circular libremente. La planta P30 es dónde nos encontramos cuando pasamos el filtro de seguridad para entrar en el llamado lado aire. Aquí tendremos los embarcos a los vuelos no Schengen. A continuación nos encontramos con la planta P20 en la que solo se puede acceder si llegamos al aeropuerto, y por lo tanto no efectúan embarcos a través de ella, si no que se desembarcan los vuelos no Schengen. Por último tenemos la planta P10, la que tiene más superfície útil y la que sirve tanto para embarcar o desembarcar lo vuelos Schengen.
foto: AENA
Para tal embrollo de plantas, se diseñaron unos fingers triples con tres niveles de embarque/desembarque como en el de la foto inferior. A priori parece una grandísima idea, pues a la práctica tenemos en cada finger de tres niveles dos puertas de embarque efectivas, pues si llega un avión de un vuelo schengen desembarca por la planta P10 y puede perfectamente en la misma puerta embarcar un vuelo no Schengen por la planta P30. Tenemos mucha flexibilidad con este tipo de construcción, pero hay un problema, y son los desembarcos no Schengen.
La problemática de todo esto viene aqui: el vuelo no Schengen debe pasar por control de pasaportes y por lo tanto no se puede permitir que un pasajero se "cuele" por la planta P10 dado que se disponen de control de pasaportes y por lo tanto no hay control de entrada al país. Hasta ahora nada nuevo, el problema es que no hay ningún tipo de puerta que impida al pasajero irse por la planta P10, lo que obliga a tener un miembro de la seguridad privada del aeropuerto presente en el desembarque para evitar que nadie intente irse por la P10 en lugar de por la P20 (que es por dónde realmente deben ir)
Ahora resulta que el miembro de seguridad debe estar unos minutos antes en el finger, para no demorar el desembarque, e idealmente tampoco es tan complicado si se hace un correcto horario. Pero como todos sabemos, los aviones tanto pueden llegar antes como después de su hora, y a veces el señor de seguridad que debe estar en dos puertas a la vez por causa de un retraso.
Esto ocurrió precisamente el primer día de operaciones con el vuelo de Singapore Airlines que procedía de Singapore vía Milán. Los pasajeros tuvieron que permanecer 30 minutos en el avión porque el guardia no apareció por el finger. Y no es la primera vez que pasa, pues ya han habido más casos, aunque no tan graves como este. Poco a poco parece que se va soluciando desde la operativa del aeropuerto pero desde luego esto no pasa por ser la solución definitiva. Las malas lenguas del aeropuerto comentan que AENA quiso poner algún tipo de puerta física para poder abrir y cerrar a discreción en el punto dónde el de seguridad debe estar, pero el taller de arquitectura del señor Bofill no lo permitió por aquello de destrozar el concepto de luminosidad de su aeropuerto. Otras malas lenguas comentan que no tardará más de un año en que esto cambie y AENA lance un expediente para arreglar la chapuza el problema de una forma poco agresiva visualmente… a ver como acaba el culebrón.
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