viernes, 6 de noviembre de 2009

LA MICROGRAVEDAD COMO ENTORNO DE EXPERIMENTACIÓN

De aero.upm.es:

Fly Your Thesis! es el nuevo programa de la Agencia Espacial Europea (ESA) que ofrece a los estudiantes de sus países miembros la posibilidad de experimentar la microgravedad. El plazo para presentar ideas de interés científico finaliza el 31 de agosto.

La microgravedad, o lo que es lo mismo, la ausencia de esa fuerza dominante que ejerce la gravedad, es una sensación que experimentan los astronautas en la Estación Espacial Internacional. Se trata, entonces, de experimentar las mismas condiciones, pero a bordo de un Airbus 300 Zero-G en lo que se denominan vuelos parabólicos.

Los vuelos parabólicos aúnan el espacio y la aeronáutica. Para conseguir la microgravedad en el interior del Airbus 300, donde se encuentran el experimento y el experimentador interactuando directamente, el avión realiza una maniobra de ascenso y a continuación un picado, recorriendo una parábola. Los equipos seleccionados participarán en tres vuelos de 30 parábolas cada uno, con un período de ingravidez de unos 20 segundos en cada parábola.

Los requerimientos del programa son: un equipo de estudiantes que diseñe un experimento científico para ser probado en microgravedad como parte de su tesis doctoral, proyecto fin de carrera o investigación oficialmente reconocida, que registrados en el portal de Educación de la ESA, envíen una carta que explique sus intenciones de participar.

Tras esta primera fase inicial, cuyo plazo finaliza el 31 de agosto, se seleccionarán 20 equipos que deberán elaborar su propuesta científica de una manera más detallada y con el apoyo de un mentor. Presentarán dichos informes en un encuentro en el ESTEC (Holanda) y visitarán el European Astronaut Centre (EAC) en Alemania, el lugar donde se forman y entrenan los astronautas europeos. Y finalmente, en enero de 2009, tres o cuatro de los equipos serán seleccionados para probar su experimento en la 51ª Campaña de Investigación en Microgravedad de la ESA que tendrá lugar en otoño de 2009 en Burdeos (Francia).

El proceso de selección es más complicado de superar que en anteriores ediciones, pero
los equipos preseleccionados contarán con mayor apoyo por parte de científicos e
ingenieros de la ESA. Y además, algunos de los no seleccionados en la final, podrían
probar su experimento en otras plataformas de microgravedad. Las áreas de
investigación de los experimentos propuestos abarcan desde la física de fluidos a la
química y la biología, pasando por la ciencia de materiales, la transferencia de calor o la
astrofísica.

Vuelos parabólicos, una tradición en la UPM Los vuelos parabólicos de la Agencia Espacial Europea comenzaron a realizarse en 1984. Ya en las primeras campañas los nombres de ingenieros aeronáuticos españoles, titulados en la UPM, se colaban entre los de otros europeos. Tal es el caso del fallecido, Ignacio Da Riva, o de los profesores Sanchez-Tarifa y Meseguer, quienes han participado en más de una ocasión.

Diez años más tarde, en 1994, se incorporan a esta experiencia los estudiantes, para los que se crean las ESA Student Parabolic Flight Campains (SPFC), una oportunidad única de experimentar en condiciones de microgravedad. Desde entonces, alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos (ETSIA) y de la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Aeronáuticos (EUITA) han tomado parte en estos vuelos parabólicos.

En 2004, el equipo Dedalus presentó URCOOL, un experimento del área de la fluidodinámica que trata de estudiar el fenómeno denominado “sloshing”, relevante puesto que el movimiento de la interfaz líquido-gas en estas condiciones pueden provocar problemas de diversa índole en la dinámica del vehículo lanzador y en los elementos asociados a los tanques de combustible. Para Mercedes Ruiz, una de sus integrantes, fue una experiencia única: “siempre quise ser astronauta e investigar en temas relacionados con el espacio y esta iniciativa reunía ambas oportunidades”.

Y no sólo eso, sino que también fue un éxito, como explica Mercedes, “sin lugar a dudas, el haber
participado en esta campaña me ha abierto puertas profesionales y aún existe la posibilidad de que vuelva a involucrarme en la evolución de este proyecto, a la vista de los resultados obtenidos y del interés para la industria del sector”.

El año siguiente, se embarcaba en la 8ª SPFC, José Luis Mora, junto con sus compañeros de Gravityless Firemen para experimentar “el agua nebulizada como agente extintor de incendios en microgravedad”, el primero seleccionado proveniente de la EUITA. Para su desarrollo estuvieron un año haciendo estudios y “el mejor resultado de los vuelos es que durante ese año tuve la oportunidad de conocer a mis ex profesores y hoy en día somos buenos amigos”, sostiene. Y aunque cree que “mi beneficio profesional ha sido nulo”, la ESA ha vuelto a escoger un proyecto para competir en la construcción de un “rover” (los robots que exploran la superficie de la Luna o Marte) en el que está involucrado, “algo que no hubiese sido posible de no ser por todo lo que aprendí en la 8ª SPFC”.

Todos los que han tomado parte de estos vuelos coinciden en una cosa “es una sensación única, extraordinaria, increíble, que no se puede describir, hay que experimentarla para comprenderla”. Así que, todos los interesados, tienen una nueva oportunidad para tratar de ganarse una plaza en el Airbus 300-Zero G.

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