domingo, 7 de octubre de 2007

Renace la conexión perdida

Acciona Trasmediterránea destina el ferry "Ciudad de Málaga", los fines de semana, a la línea Las Palmas-La Palma-Tenerife

JUAN CARLOS DÍAZ LORENZO
SANTA CRUZ DE LA PALMA


Acciona Trasmediterránea, que había protagonizado en 2004 una discutible retirada de los servicios interinsulares de pasajeros de Canarias con la supresión de la línea del "jet-foil", la exportación del ferry Isla de La Gomera y su práctica desaparición del sector occidental del archipiélago, manteniendo sólo los servicios de carga y la línea Canarias-Cádiz, por razones obvias, reaparece ahora con la puesta en servicio, desde el pasado 1 de octubre, del buque Ciudad de Málaga -capitán, José Antonio Alcázar Lobo-, en una línea que enlaza Las Palmas, Puerto del Rosario y Arrecife de Lanzarote, de lunes a sábado y Las Palmas, Santa Cruz de La Palma y Santa Cruz de Tenerife, los fines de semana, con salida de Las Palmas a medianoche en viaje directo a la capital palmera, a donde llegará hoy, por primera vez, a media mañana y retornará esta medianoche a Santa Cruz de Tenerife.

Con esta línea -que en su momento cubrió el ferry lituano Palanga, con el que la compañía pretendía atender el servicio de pasaje y acabó como simple carguero-, Acciona Trasmediterránea devuelve a La Palma, a medias, la conexión marítima con la capital tinerfeña, en un sólo sentido y una vez por semana, con el aliciente de que el barco amanece los lunes, a primera hora, en Santa Cruz de Tenerife.

La incorporación del buque Ciudad de Málaga es una buena noticia para el sector oriental del archipiélago, en el que Acciona Trasmediterránea viene haciendo una apuesta más firme. En el caso de La Palma supone una alternativa, aunque muy limitada, toda vez que no existe, por el momento, conexión recíproca entre las dos capitales, por lo que todo parece indicar que está pensado como servicio carguero entre Las Palmas y La Palma, evitando con ello el trasbordo -tanto en tiempo como en costes- en el puerto tinerfeño.

La realidad es que, sin que las comunicaciones marítimas sean todo lo óptimas que La Palma necesita, el mercado está claramente repartido entre Fred. Olsen Express, con el "fast ferry" Benchijigua Express y Naviera Armas, con el ferry Volcán de Taburiente, por lo que parece difícil que un tercero consiga abrirse hueco suficiente en el mercado, al menos con la estructura de línea que inaugura hoy.

El buque Ciudad de Málaga, de llamativa estampa marinera, tiene capacidad para 750 pasajeros y 800 metros lineales de carga. Es gemelo del ferry Manuel Azaña, propiedad de Balearia y su construcción pertenece a un proyecto encargado por la desaparecida ISNASA -una de las empresas de Victoriano Sayalero, curioso personaje de ideales republicanos- para las líneas del Estrecho, en las que la citada compañía operaba, entre otros, con dos barcos importados del Norte de Europa, que fueron abanderados en España con los nombres de Antonio Machado y Miguel Hernández, respectivamente, y cuya característica más llamativa era que tenían dos proas y podían operar indistintamente, merced a la disposición del puente al centro de la superestructura y de su sistema de propulsión.

Sin embargo, el proyecto de los nuevos buques encontró dificultades para llevarse a cabo como habían sido proyectados en origen, es decir, con dos proas, habida cuenta del endurecimiento de la reglamentación de seguridad internacional, derivada, entre otros acontecimientos, de los naufragios de los ferries Herald of Free Enterprise y Estonia. Razón por la cual fue necesario modificar el proyecto, dotándoles de una proa con yelmo y una popa convencionales, aunque manteniendo el llamativo puente ergonómico de 360 grados de visibilidad, que llama poderosamente la atención.

El contrato para la construcción de los dos nuevos buques se adjudicó a Astilleros de Huelva, donde tomaron forma, botándose el primero de ellos el 15 de abril de 1995 con el nombre de Manuel Azaña, y siendo entregado a ISNASA en el verano de ese mismo año, estrenándose en la línea Algeciras-Ceuta. El segundo, llamado Julián Besteiro, fue botado el 22 de diciembre siguiente, pero no llegó a concluirse entonces, debido a la crisis financiera de la compañía armadora, que supuso, meses después, su cese de operaciones.

Construcción número 499 del astillero onubense, se trata de un buque de 8.851 toneladas de registro bruto y 2.384 de peso muerto, siendo sus principales dimensiones 139,70 metros de eslora total, 18,40 de manga, 6,90 de puntal y 3,80 de calado. Está propulsado por dos motores Deutz-MWM, modelo SBV 12M 640, de 14.400 caballos de potencia, que accionan dos hélices de paso variable y desarrolla una velocidad de 17,5 nudos, aunque en pruebas de mar alcanzó 19,5 nudos. En origen tenía capacidad para 1.180 pasajeros, pero la necesidad de dotarle de camarotes para el servicio nocturno redujo su capacidad a 750 plazas. El número de coches que puede transportar es de 460 y pertenece a la matrícula naval de Santa Cruz de Tenerife.

Por espacio de tres años, el casco inacabado del buque permaneció amarrado junto al muelle de armamento del astillero a la espera de comprador. Finalmente, en 1998, se cerró un acuerdo con Compañía Trasmediterránea y el buque fue terminado y entregado a sus nuevos armadores, el 17 de julio del citado año, bautizado con el nombre de Ciudad de Málaga, pasando a operar en la línea Almería-Melilla y, posteriormente, en las de Almería-Nador, Almería-Ghazouet (Argelia), Barcelona-Mahón y, por último, Algeciras-Tánger.

Durante su etapa en la línea Almería-Ghazouet, la tripulación del buque español rescató, el 8 de septiembre de 2004, a los tres ocupantes de una lancha zodiac de 12 metros de eslora, desaparecidos desde hacía varios días cuando viajaban desde la costa murciana a Melilla, siendo localizados a 38 millas de la costa argelina. Para llamar la atención, éstos prendieron fuego a un motor, logrando una columna de humo que fue divisada desde el ferry español.

Posteriormente, cuando cubría la línea Almería-Nador, se produjo un incidente que tuvo una amplia resonancia. El 26 de octubre de 2005, un grupo de pasajeros se amotinó cuando el barco se encontraba fondeado a la entrada del puerto español, debido al bloqueo de los pescadores de la zona, que habían organizado una protesta por el alto precio del gasóleo. Salvamento Marítimo tuvo que evacuar a un niño de dos años que precisaba atención médica y que se encontraba a bordo del barco de Trasmediterránea. En el momento en que se planteó la posibilidad de regresar al puerto marroquí, un grupo de exaltados trató de asaltar el puente de mando, salvándose la situación gracias a la habilidad del capitán del Ciudad de Málaga.

En 2006, durante la etapa en la que este buque cubrió la línea Barcelona-Mahón, su presencia en aguas de Baleares resultó problemática. Según publicó el periódico Es Diari Digital, en su edición del 12 de marzo del citado año, Acciona Trasmediterránea se vio obligada a retirarlo después de que la Delegación del Gobierno en Menorca abriese un expediente informativo a la compañía para analizar las causas por las que había sustituido al ferry Sorolla -uno de los barcos emblemáticos de la compañía- por el buque Ciudad de Málaga, lo que ocasionó diversas protestas.

En el documento, según se indica, la Dirección General de la Marina Mercante señaló que el buque Ciudad de Málaga no figuraba adscrito al contrato que adjudica a Acciona Trasmediterránea los servicios de las líneas marítimas declaradas de interés público. Debido a problemas técnicos, todos los viajes realizados por este barco habían llegado con retraso y provocado diversas reclamaciones. En el último viaje, por ejemplo, los pasajeros que salieron de Barcelona tardaron 16 horas en llegar a Mahón, es decir, el doble de lo habitual. La Delegación del Gobierno indicó, asimismo, que la incorporación de este buque no había sido autorizada ni se había acreditado que cumpliese con los criterios de calidad obligatorios que establece la prescripción técnica.

El 17 de abril de 2007 se produjo una colisión entre el buque Ciudad de Málaga y el ferry marroquí Al Mansour, propiedad de COMANAV, cuando maniobraban en el puerto de Algeciras, en el que ambos resultaron con daños de diversa consideración.

La presencia del buque Ciudad de Málaga en aguas canarias -recordamos que ya se había estimado su incorporación para sustituir al ferry Villa de Agaete en la línea de La Gomera y El Hierro- nos hace evocar la memoria del primer Ciudad de Málaga, gemelo del Ciudad de Mahón. En 1935, ambos buques fueron destinados a los servicios interinsulares canarios, compartiendo su misión con los correíllos negros procedentes de la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canarios, absorbida por Trasmediterránea en junio de 1930.

La construcción de los buques Ciudad de Mahón y Ciudad de Málaga y dos petroleros para CAMPSA -Campas y Campero- fue contratada en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera y supuso una etapa de prosperidad en la comarca, que habría de prolongarse hasta la mitad de la Segunda República, pues desde 1933 y hasta 1941 no volvería a ponerse la quilla de buque alguno en la industria naval gaditana, dedicándose, especialmente durante la guerra civil, a las reparaciones y transformaciones fruto de las circunstancias.

Construcción número 24 de los astilleros gaditanos Echevarrieta y Larrinaga, en noviembre de 1929 se arboló el primer bloque de su quilla y el 24 de septiembre de 1930 resbaló por la grada con el nombre de General Jordana. La botadura no tuvo el boato acostumbrado, pues la madrina, la esposa del general Jordana, no pudo desplazarse a Cádiz con motivo de la enfermedad de uno de sus hijos, haciéndolo, en su lugar, Felisa Hernández, hija del delegado de Trasmediterránea en la plaza. La bendición, como relata Jesús Gargallo, estuvo a cargo del sacerdote Javaloyes y terminado el acto, el gerente del astillero, José Madaleno, invitó a los asistentes a un ágape con unas copas de vino de Jerez.

En abril de 1931, la proclamación de la Segunda República motivó el cambio de nombre del buque por el de Ciudad de Málaga y su gemelo General Berenguer, ya en servicio, pasó a llamarse Ciudad de Mahón. Su primer capitán fue Emilio Caballero del Castillo, que había sido designado en mayo del citado año y desembarcó en Barcelona del Ciudad de Mahón para viajar a Cádiz con el resto de la tripulación y hacerse cargo del nuevo buque.

El 13 de agosto del citado año, el flamante Ciudad de Málaga efectuó sus pruebas oficiales de mar y por orden del Ministerio de Marina del 10 de septiembre siguiente, fue declarado apto para las comunicaciones de soberanía, estrenándose en la línea de Málaga-Melilla, a la que fue destinado inicialmente. En 1933, de modo eventual, prestó servicios en el sector de Baleares como consecuencia de la varada del vapor Rey Jaime II en las costas de Menorca y en 1935 pasó destinado a los servicios interinsulares de Canarias.

De 1.550 toneladas brutas, 1.006 netas y 1.115 de peso muerto, eran sus principales dimensiones 71,90 metros de eslora total -67,50 entre perpendiculares-, 11,38 de manga, 6,80 de puntal y 4.40 de calado. Tenía capacidad para 291 pasajeros repartidos en las tres clases tradicionales y estaba propulsado por un motor MAN, de 2.325 caballos y 14 nudos de velocidad.

Apenas unos meses después de su presencia en Canarias, el buque Ciudad de Málaga encontró el final de su corta vida marinera. El 8 de enero de 1936, poco después de su salida del puerto de Las Palmas cuando se dirigía a Santa Cruz de Tenerife, fue abordado por el carguero británico Cape of Good Hope, lo que provocó el hundimiento del mercante español, aunque, afortunadamente, no se registraron víctimas.

De lo publicado entonces por el corresponsal del periódico ABC, de Madrid, se dice que un remolcador salió en su ayuda y logró embarrancar al Ciudad de Málaga en una playa para evitar su hundimiento.



"Las Palmas 9.-

Se conocen nuevos detalles del choque del Ciudad de Málaga con el vapor Cape of Good Hope. Al doblar el primero de los citados buques el dique de abrigo, el vapor inglés embistió al Ciudad de Málaga por el centro de babor, dirigiéndose desde entonces el barco siniestrado a la playa, con objeto de embarrancar, propósito que no pudo lograr por haberse inundado las máquinas. Las luces se apagaron, produciéndose el consiguiente pánico. El vapor se hundió a los veinte minutos de ocurrido el choque, que sorprendió a la mayoría de los pasajeros durmiendo. Algunos pasajeros se arrojaron al agua con salvavidas. El remolcador Gran Canaria, varias falúas y botes de salvamento, recogieron a los pasajeros y a los tripulantes. El capitán, que se hallaba herido, fue el último en abandonar el buque. Al mayordomo del vapor se le encontró luchando con las olas en lamentable estado.

El párroco de San Pedro de Daute (Tenerife), D. Francisco Segovia, prestó heroicos auxilios, ayudando al salvamento de los pasajeros.

Durante el día fueron sacadas del Ciudad de Málaga, embarrancado en la playa, adonde fue trasladado como es sabido por el remolcador, las maletas y correspondencia.

El valor de la carga perdida se eleva a cuatro millones de pesetas.

El buque inglés tiene la proa doblada y estropeado el hierro de las líneas de flotación, averías que le impiden continuar el viaje.

Las autoridades marítimas proceden a la instrucción del sumario. Créese que hubo culpa de ambos barcos en el empleo de las señales luminosas, y que el barco inglés había de esperar la salida del puerto del vapor español que llevaba el práctico. En el momento del suceso, el Ciudad de Málaga estaba al mando del capitán Agustín Espino. La tripulación estaba compuesta por 41 hombres y llevaba a bordo 78 pasajeros".

Acabó así la corta vida marinera de este buque, mientras que su gemelo Ciudad de Mahón se mantendría en servicio hasta 1974. Pasaron bastantes años hasta que Trasmediterránea bautizara de nuevo con el nombre de la capital de Málaga a uno de sus barcos. La oportunidad llegaría en julio de 1998 con el barco que hoy, en su primera escala, arribará al puerto de Santa Cruz de La Palma.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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