domingo, 6 de febrero de 2005

Una tragedia envuelta en misterio


Insistentes bulos y rumores justificaban la desaparición del "Fausto" en una supuesta escapada a Venezuela

Transcurridos 17 días desde que saltó la alarma de la desaparición del moto-pesquero Fausto y del intenso trabajo por unidades de la Marina de Guerra y del Ejército del Aire, se dio oficialmente por finalizada la búsqueda del infortunado barco y de sus tripulantes.
Juan Carlos Díaz Lorenzo
Tazacorte

Los aviones del SAR suspendieron sus vuelos y las unidades de la Armada regresaron a Las Palmas, aunque se mantenía el estado de alerta. El teniente de navío Manuel Carrillo Robles, ayudante militar de la Marina en La Palma, fue designado juez especial para la instrucción del sumario.

El comandante del buque hidrográfico Cástor, teniente de navío José Manuel Bausá Caballero, en unas breves declaraciones a DIARIO DE AVISOS descarta la posibilidad de un accidente y su desaparición la atribuía "a la ignorancia que han demostrado tener los tripulantes. Siguiendo las indicaciones del Duquesa tendrían que estar en tierra hace varios días; al fallarles ésa, como mínimo es exigible que sigan lo más elemental, el sol. Por el combustible que llevan, calculadas como están las corrientes y la velocidad media de seis millas, la falúa debe encontrarse en la zona cada vez más ancha de los rastreos".

Igualmente meritoria resultó la labor desempeñada durante todo este tiempo por los radioaficionados canarios. La estación EA8-BQ, de Rodrigo Rodríguez, vecino de Tazacorte, logró localizar al capitán del Duquesa, que se encontraba en Rotterdam y confirmó su encuentro con los tripulantes del Fausto, así como su posición, el suministro de agua y víveres realizado, así como gasoil para 18 horas de navegación.

A principios de agosto se inició un período en el que surgieron noticias confusas, comunicados y posteriores desmentidos, procedentes de emisoras de radioaficionados, estaciones de radio y prensa diaria del extranjero, siempre relacionadas con la aparición del Fausto.

La estación venezolana YV5-CTZ, de Juan Roberto Martín, un palmero afincado en Caracas, comunica a EA8-BQ que ha recibido una llamada de un radioyente que había escuchado en la emisora Radio Rumbo una noticia relacionada con el supuesto hallazgo, comprobándose después que se refiere al encuentro habido con el mercante británico Duquesa.

DIARIO DE AVISOS se ocupa también de los insistentes rumores que circularon en aquellos angustiosos días de quienes situaban la aventura del Fausto en una escapada hacia Venezuela, emulando la aventura de la etapa de los veleros de la emigración clandestina.

El 2 de agosto, un informe de un radioaficionado, en manos de la Ayudantía de Marina de La Palma, decía que el Fausto había llegado a Puerto La Cruz "con cuatro tripulantes en buen estado de salud, con provisiones sobrantes y de que habían sido atendidos por las autoridades".

"Un bulo hizo al Fausto en Venezuela", titula DIARIO DE AVISOS y amplía el comentario con unos párrafos, en los que dice lo siguiente:

"Tal insistencia han tenido los comentarios en torno a una posible aventura del Fausto hacia Venezuela, comentarios que han sido aderezados con toda clase de condimentos y argumentos, que por fin llegó el bulo con visos de realidad. Esta realidad, esta triste realidad, entraña un inquietante peligro en la continuación de las tareas de búsqueda. Éstas tienen que persistir indesmayablemente con todos los medios que al alcance se tengan.

Una vez más, un bulo corrió por nuestra Isla haciendo concebir ilusorias esperanzas y la alegría y tranquilidad a determinados hogares isleños.

"¡Ojalá apareciera en Venezuela! Así sabríamos dónde está. Mas, desgraciadamente, no conocemos el actual destino del ya tristemente famoso Fausto".

El 4 de agosto, el periódico El Día publica el texto de un telegrama dirigido a Adelto Acosta Herrera, en Santa Cruz de Tenerife, que dice textualmente: "Venezuela recibió mensaje del barco Fausto. Salieron a rescatarlos. Juan". El firmante es Juan García Pino, hermano del pasajero que embarcó en El Hierro. Al leer la noticia, un radioaficionado palmero logró localizar en Valencia, a través de otro colega venezolano, al citado Juan García Pino, quien aclaró que su telegrama se refería a que en Venezuela se sabía la noticia de la desaparición y que lógicamente se saldría en su busca.

Papel de los radioaficionados
Otro radioaficionado venezolano estableció comunicación con un colega de Tenerife para informar que el periódico El Nacional publicaba la noticia de que una embarcación de las características del Fausto había sido avistada por aviones del Air Force Rescue en la posición 28º 15’ N y 29º 45’ W, lo que provocó que todos los radioaficionados disponibles se lanzaran a la búsqueda de un contacto con el organismo norteamericano de salvamento citado o de averiguar cuáles eran las fuentes de información que habían suministrado la noticia al periódico caraqueño.

Tres estaciones de radioaficionados de la provincia tinerfeña, EA8-BQ, EA8-FD y EA8-DX, así como otras nacionales y extranjeras, trataron por todos los medios disponibles a su alcance y durante muchas horas, de contrastar la veracidad de la noticia, hasta que se logró contactar, en la madrugada siguiente, con las autoridades marítimas de La Guaira y Puerto la Cruz, las cuales desmintieron el supuesto hallazgo del pequeño barco palmero. Al mismo tiempo, el mando del SAR en Gran Canaria estableció contacto con el mando de la base conjunta aeronaval de Rota y con el mando de la base americana de las Azores, quienes también desmintieron la noticia.

En la mañana del 11 de octubre, la prensa tinerfeña sorprendió a sus lectores con una nueva noticia referida al hallazgo del Fausto. Al amanecer del día 9, el carguero italiano Anna di Maio lo había encontrado a la deriva y con un cadáver a bordo, en avanzado estado de descomposición. Su posición en aquel momento era de 23º 03' N y 38º 30' W, distante unas 1.200 millas de La Palma y el mensaje fue comunicado a Radio Trieste y recogido en España por Entel.

El mensaje enviado decía:

"Hoy 9-10 a las 10.45 am GMT lat 23 grados 0 minutos Norte long 38 grados 30 minutos Oeste encontrado batel de pesca Fausto La Palma matrícula TE-2-1258 único marinero a bordo muerto de mucho tiempo ningún documento del Batel ni del marinero muerto stop 16,12 GMT remolcamos batel con destino a puerto Cabello Venezuela".

Ese mismo día, DIARIO DE AVISOS publica también la noticia en primera página, con titulares destacados:

El Fausto ha sido hallado

No hay supervivientes

Remolcado por el Anna di Maio llegará el martes a Puerto Cabello (Venezuela)

El capitán del Anna di Maio, Bruno di Magio, decidió remolcar el barco hasta Puerto Cabello, su primera escala en el viaje que hacía desde el Mediterráneo hacia el Pacífico. Sin embargo, resulta sorprendente que no comunicara el hallazgo a las autoridades venezolanas, pues un despacho de la Agencia Efe, fechado en Caracas, dice que hasta las 19,30 horas GMT de ese día, la Estación Permanente de Escucha y Salvamento de Venezuela no había recibido mensaje del mercante italiano, aunque, según algunas versiones, remolcaba al Fausto con la intención de dejarlo en Puerto Cabello. Ni las autoridades de la capitanía de puerto ni el cónsul de España en Caracas, señor Benavides, tenían conocimiento de la información, por lo que no podían reconocer su veracidad.

El 14 de octubre se recibió un nuevo telegrama enviado por el capitán del Anna di Maio, a través de Radio Roma, con el siguiente texto:

"Hoy a las 11,10 de las 63 GMT lat 19,15 N long 46,26W perdido batel de pesca Fausto por haberse ido a pique durante remolque stop entregaremos papeles descubiertos a bordo al cónsul español de Venezuela capital".

El envío de este telegrama puso de manifiesto algunas contradicciones sobre el asunto, pues en el primero se decía que no se había encontrado documentación alguna en el Fausto, mientras que en el segundo, el capitán afirma que los papeles encontrados serían entregados al representante consular español en Caracas.

Llegada a Puerto Cabello
A su llegada a Puerto Cabello, el capitán declaró a la Agencia Efe que el Fausto había sido localizado a las ocho de la mañana del 7 de octubre, en la posición citada, "parecía un barco fantasma, estaba totalmente abandonado". En el cuarto del motor estaba el cadáver de un hombre joven en avanzado estado de descomposición. El capitán precisó que a bordo no fue hallado libro de bitácora, diario o documento que permitiese conocer la suerte de los demás tripulantes.

Dos días después de iniciado el remolque del Fausto en aguas del Atlántico, el 9 de octubre, a las cinco de la mañana "nos dimos cuenta de que había desaparecido sin que pudiéramos hacer nada para recuperarlo", según explicó el capitán del Anna di Maio a los asombrados periodistas que habían acudido a Puerto Cabello con la esperanza de hacer fotografías del Fausto, en la creencia de que éste venía remolcado.

El segundo oficial del mercante italiano, Luciano Aseione, que fue quien descubrió el cadáver, dijo que a pesar de estar éste complemente desnudo y carecía de documentos personales que lo identificase, por unas cartas halladas a bordo se suponía que era Julio García Pino, tres de cuyos hermanos entonces residentes en Venezuela -Antonio, Juan y Pedro- acudieron a Puerto Cabello con la esperanza de sepultar sus restos. El capitán del buque entregó al delegado del consulado de España en la citada ciudad, señor Marichal, un sobre lacrado que contenía las cartas que había dejado el infortunado mecánico. Asimismo, el jefe de la Capitanía de Puerto Cabello, capitán Figallo, declaró a la Agencia Efe que las autoridades marítimas venezolanas realizarían una investigación de los hechos ocurridos en alta mar, teniendo en cuenta el informe del capitán del buque italiano Anna di Maio.

Treinta años después, el coronel Pedro González Gallego, que había sido uno de los jefes del SAR, recordaba aquellos azarosos días:

"La actuación en el mar más difícil y que más quebraderos de cabeza ha ocasionado a los hombres del SAR, fue la búsqueda, desgraciadamente infructuosa, del Fausto, que tantas páginas de prensa llenó", escribe Antonio Herrero en un articulo publicado en el periódico El Día, el 3 de enero de 1998. "Durante aquellos días se volcaron los hombres del SAR, con cientos de horas volando, se rastrearon muchos miles de kilómetros cuadrados, llegando al límite de nuestras posibilidades, hasta el caso que hubo tripulaciones que volaron once horas diarias, la mayoría lo hacían volando a pocos metros de la superficie, algo que resultó muy difícil resistir el agotamiento…".

La historia del Fausto sigue envuelta en la leyenda y en el misterio. En julio de 1998 la tragedia de los infortunados tripulantes y del barco en el que viajaban volvió a revivirse en algunos reportajes publicados en la prensa tinerfeña. Y en La Palma, sobre todo en Tazacorte, sigue siendo el episodio de un barco a la deriva en el Atlántico, la historia de un solitario navegante perdido envuelto en un secreto celosamente guardado en misteriosas singladuras.

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